"Drogas y adolescencia"

El día 8 de julio contamos con la participación como invitado del Dr. Patricio Fischman, quien es Médico Psiquiatra de la Universidad de Chile con Postdoctorado en el Centro de Investigación de Dependencia de Drogas de Langley Porter Psiquiatric Institute de California. También se ha especializado en psiquiatría infanto-juvenil y en Investigación Clínica. Se ha desempeñado como Director Médico del Hospital de Adolescentes Altobello, en Meriden Connectituc, Estados Unidos; como Director Médico de la Unidad de Adolescentes con abuso de sustancias en ese mismo país y como Profesor adjunto del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Católica. Actualmente se dedica a la práctica privada de psiquiatría en Chile y participa en asociaciones médicas de Estados Unidos. Iniciamos este programa sobre “Drogas y Adolescencia”, abordando el consumo de drogas en Chile, en donde la principal substancia consumida por los adolescentes es el alcohol. Este consumo se inicia en forma recreativa, luego abusiva hasta llegar a una dependencia. Existe también presencia de consumo de marihuana y de éxtasis, el cual ha sido usado en Estados Unidos para desinhibir a personas y producir bienestar, lo que ha degenerado en problemas significativos. Al referirse al consumo de marihuana, nuestro invitado señaló que ésta produce un daño cerebral. Se observan disfunciones cerebrales: cognitivas, de concentración y el síndrome automotivacional. Las personas que realizan un consumo intenso de esta substancia, buscan anestesiar el dolor, les provoca una falta de fuerza de voluntad. Se han hecho estudios que apuntan que también el uso intenso y frecuente produciría un daño en los espermios y algún grado de disfunciones sexuales, aunque no está completamente comprobado. En cuanto a las señales que pueden presentar los hijos que están iniciándose en el consumo de drogas, aunque no se puede generalizar porque dependerá de algunos factores como el tipo de droga de que se trate, Patricio entrega algunos indicadores. El primero es considerar que si en los padres existe consumo de tabaco o alcohol existe una probabilidad de que los hijos se inicien en estos consumos. También habría que estar alerta al observar los ambientes académicos, educativos, familiares y sociales en que se desenvuelven los hijos. Observar si existen evidencias de consecuencias negativas emocionales, pérdida de capacidad de aprender y de la persistencia y esfuerzo. También se debe estar atento en el ámbito familiar si se le observa más sólo, irritable, respuestas excesivas, mucha sensibilidad. Incluso hay personas que producen cuadros angustiosos, depresivos y sicóticos frente a la abstinencia de droga. Nuestro invitado también se refirió a la adicción producida por los juegos virtuales y el Internet, donde también se genera una dependencia psicológica. Cuando existe dependencia psicológica existe una necesidad imperiosa de la substancia o actividad. La dependencia fisiológica genera un acostumbramiento de las reacciones químicas cerebrales que produce la substancia. En este caso, el síndrome de abstinencia de la droga puede derivar en convulsiones y requiere de internación hospitalaria y tratamiento médico pues podría causar la muerte de la persona. La dependencia a los juegos de video e Internet, se produce en las personas que buscan evitar un estado displacentero, evadir problemas económicos, una separación, etc. El juego produce ciertas emociones que generan una dependencia química en el cerebro de las personas. Entonces al dejar de estimular el cerebro con esta información, se produce el síndrome de dependencia con cuadros angustiosos e insomnio. Existen personas que presentan una neurobiología que los hace más vulnerables a desarrollar esta adicción y esta predisposición es heredable a los hijos. Sin embargo, dependerá de la persona que hará para mantener el control de su vida y no llegar a la falta de libertad que generan las adicciones. Al referirse a la forma de prevenir o ayudar a los hijos que consumen de drogas, lo primero es trabajar aspectos en la prevención desde que nace el hijo, luego en la forma en que el niño se adapta al colegio. Buscar establecer una relación empática con el hijo, evitar la sobreprotección, ser amigo, compañero pero también poner límites. En la adolescencia ya no se habla de prevenir, sino de actuar, el poner límites a los hijos les da una sensación de seguridad. Cuando existe presencia de consumo de substancias o dependencia a los juegos e internet, los hijos se transforman cada vez más en la escuela, no duermen, no rinden, andan irritables, disminuyen la red social, se relacionan en forma virtual, no en forma real. De esta forma dependen de una substancia que los altera, desinhibe y los convierte en algo que no son. Patricio señaló que el sistema más eficiente para enfrentar este tema en los colegios es hacer campañas para aprender a enfrentar estados mentales displacenteros, o los estímulos negativos. Hay que educar emocionalmente a las personas. Por otro lado, los padres deberían establecer límites claros que no se cambian semana a semana, las consecuencias negativas o positivas de los actos son claras y se aplican todo el tiempo. Todo lo anterior en un contexto de amor y de acuerdo al estado evolutivo del hijo (a), según su edad. Conciliando los límites con la empatía, equilibrando el acompañar a los hijos pero permitiéndoles explorar y aprender de sus experiencias. También hay que tener ojo con la sobreprotección a los hijos dado que eso puede en el tiempo perjudicar mucho a los hijos transformándolos en personas algo desvalidas y vulnerables y con poca aceptación a la frustración y a los fracasos.También a los hijos no se les puede tratar como simple amigos y se debe comprender que debe existir la relación padre-madre e hijo. El alcoholismo ha presentado un consumo a más temprana edad y ha aumentado en las niñas nivel mundial. El organismo femenino presenta un metabolismo del alcohol diferente al del hombre, el cual se desarrolla en el hígado. Las niñas siguen un patrón de consumo que manifiestan los varones, para lograr desinhibirse igual que ellos. Cuando ya existe consumo de substancias por parte de los hijos, Patricio señala que lo más indicado sería acudir a un Centro Comunitario de Salud Mental perteneciente al municipio que le corresponda. En estos lugares el profesional especialista se encarga de realizar una buena evaluación para derivar a un centro especializado en adicciones si lo amerita. Sobre el matonaje escolar o bullying, nuestro invitado señaló que se trata de maltrato psicológico, físico o sexual y se puede dar a todas las edades, instituciones, en cualquier área, va desde la exclusión, al espacio cibernético y puede producir cuadros depresivos y hasta el suicidio.La estrategia más efectiva es enfrentarlo en comunidad con un sistema filosófico diferente, pues se tiene que crear un cambio en la comunidad educativa, desde el portero, profesores, director y darles herramientas a los niños, que se conviertan en monitores de ellos mismos. El mensaje del Dr. Patricio Fischman para nuestra comunidad de positivos:“En salud mental hay factores fisiológicos y genéticos que influyen pero no sentencian. Las adversidades nos dan la posibilidad de conocernos más ya que con las vulnerabilidades y fragilidades crecemos más, nos hacen más fuertes. Es importante acudir y pedir apoyo profesional, ver a un sanador para que nos ayude a parar, reflexionar, meditar y a identificar como nos sentimos”Opinión de una auditora sobre el programa "Drogas y Adolescencia":"Claro, ameno y directo el invitado de ayer; me parecieron intereantes las reflexiones para lograr un trabajo preventivo y no ocuparse cuando se presentó la problemática, porque ahí ya es tarde para preocuparse, como dijo el Dr. Fischman; en ese momento, sólo actuar.Concuerdo plenamente en que el ejemplo es la mejor enseñanza para los hijos y ojalá como adultos les mostremos que si nosotros nos cuidamos, es porque nos valoramos....ellos imitarán esto.Muchas gracias por el programa!"