Me parece muy positivo el mensaje de la señora Sordo, en cuanto a recalcar como cambian las cosas cuando uno las mira desde un punto de vista optimista, en todo caso creo que lo hace mucho mejor para mi gusto H. Maturana. El problema que creo tiene es la psicologización de los problemas sin ver sus dimensión política y entonces se me desmorona la señora Sordo pues ya me parece más una pomada para que la gente se ponga sumisa, masoquista y disfrute el dolor y si ese dolor existe es porque yo lo quiero ver!!. Recalca la responsabilidad individual de cada sujeto, pero no mira las responsabilidades estructurales de un modelo neoliberal que tiene como premisa para existir la desigualdad e inequidad de oportunidades con la consiguiente exclusión de un sistema que aísla y segmenta y ese aislamiento y soledad es la raíz de las depresiones y problemas mentales. Por ejemplo el poder sentirse representado y con voz, cosa que no ocurre en este modelo con constitución pinochetista aún. En ese sentido creo que ella es un muy buen ejemplo de lo que debieran hacer las chilenas y chilenos, tomarse los medios de comunicación para decir lo que viven, sienten y piensan, pues es muy terapéutico poder contar y que te escuchen, privilegio que tiene esta señora y que la mayoría del pueblo chileno no tiene realmente hace como 4 décadas!!. Para mi el que realmente da una mirada seria al tema de poder resistir los dolores y traumas es Boris Cyrulnik y el concepto de Resiliencia donde queda claro que para que exista esa resistencia se necesita la solidaridad de un otro que te acoja empáticamente y por tanto hay que buscar el encuentro sinérgico con el otro tanto para acoger como para que te acojan, es decir hay que buscar, a contrapelo de la paranoia y aislamiento que genera este sistema, la unidad del pueblo y su organización. Entonces si tiene problemas busque y cree organización popular que eso realmente le ayudara como soporte afectivo para ayudar y ser ayudado. Creo que este discurso de encuentro con el otro, que se deduce del discurso de la resiliencia del señor Cyrulnik es mucho más potente que el masoquismo culpabilizador y de sumisión que propone la señora Sordo y muy adecuado curiosamente para el modelo imperante, me recuerda la señora Sordo a la imagen de C Bolocco en la publicidad cuando dice: “sonría” ofreciendo su tarjetita de Mall, a pesar de que usted no tiene los privilegios que yo tengo “sonría”.
Me parece muy positivo el mensaje de la señora Sordo, en cuanto a recalcar como cambian las cosas cuando uno las mira desde un punto de vista optimista, en todo caso creo que lo hace mucho mejor para mi gusto H. Maturana.
ResponderEliminarEl problema que creo tiene es la psicologización de los problemas sin ver sus dimensión política y entonces se me desmorona la señora Sordo pues ya me parece más una pomada para que la gente se ponga sumisa, masoquista y disfrute el dolor y si ese dolor existe es porque yo lo quiero ver!!. Recalca la responsabilidad individual de cada sujeto, pero no mira las responsabilidades estructurales de un modelo neoliberal que tiene como premisa para existir la desigualdad e inequidad de oportunidades con la consiguiente exclusión de un sistema que aísla y segmenta y ese aislamiento y soledad es la raíz de las depresiones y problemas mentales. Por ejemplo el poder sentirse representado y con voz, cosa que no ocurre en este modelo con constitución pinochetista aún. En ese sentido creo que ella es un muy buen ejemplo de lo que debieran hacer las chilenas y chilenos, tomarse los medios de comunicación para decir lo que viven, sienten y piensan, pues es muy terapéutico poder contar y que te escuchen, privilegio que tiene esta señora y que la mayoría del pueblo chileno no tiene realmente hace como 4 décadas!!. Para mi el que realmente da una mirada seria al tema de poder resistir los dolores y traumas es Boris Cyrulnik y el concepto de Resiliencia donde queda claro que para que exista esa resistencia se necesita la solidaridad de un otro que te acoja empáticamente y por tanto hay que buscar el encuentro sinérgico con el otro tanto para acoger como para que te acojan, es decir hay que buscar, a contrapelo de la paranoia y aislamiento que genera este sistema, la unidad del pueblo y su organización. Entonces si tiene problemas busque y cree organización popular que eso realmente le ayudara como soporte afectivo para ayudar y ser ayudado. Creo que este discurso de encuentro con el otro, que se deduce del discurso de la resiliencia del señor Cyrulnik es mucho más potente que el masoquismo culpabilizador y de sumisión que propone la señora Sordo y muy adecuado curiosamente para el modelo imperante, me recuerda la señora Sordo a la imagen de C Bolocco en la publicidad cuando dice: “sonría” ofreciendo su tarjetita de Mall, a pesar de que usted no tiene los privilegios que yo tengo “sonría”.