El día 21 de abril nos acompañó como invitado en Conversando en Positivo don Igor Saavedra Gatica, quien es un destacado científico e intelectual chileno. Es Ingeniero civil eléctrico en la Universidad de Chile, Doctor en física teórica por la Universidad de Mánchester y profesor emérito de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. Entre sus distinciones figura Premio Nacional de Ciencias de Chile año 1981 y la Medalla de Oro, Instituto de Ingenieros el año 2000. Formó a la primera generación de físicos chilenos iniciando la docencia e investigación del área Física Teórica en Chile.
Iniciamos esta conversación haciendo un recorrido por la historia personal y profesional de nuestro invitado. Descubrimos a un hombre de muchos intereses, que se confiesa un “ex” de sus oficios profesionales, que se ha bajado del mundo pues ha decidido no usar aparatos tecnológicos como celular, Internet ni ve televisión. Valora por sobre todo y en forma intransable la libertad individual y el compromiso social. Una conversación sobre ciencia, salud, educación y mucho más.
EL avance tecnológico
Para nuestro invitado el desarrollo tecnológico actual es de mucha utilidad y reconoce que hay avances maravillosos. Sin embargo, señala que el ser humano actual se ha deshumanizado ya que no profundiza y habitualmente se queda con un exceso de información, lo que refiere, no sirve de nada sin un proceso largo de trabajo interior. No es lo mismo pensar que tener información, pensar tiene que ver con generar ideas, con encontrar un problema y plantear soluciones posibles, con hacerse preguntas.
Ciencia y esencia
Respecto a la relación entre ciencia y espiritualidad, don Igor señala que los científicos “duros” son dogmáticos y pertenecen a una comunidad donde todos hablan el mismo lenguaje. La ciencia es una manera de mirar el mundo, pero nuestro invitado señala que no cree que exista sólo una manera de mirar el mundo y esto tiene que ver con no descalificar a nadie. Surgen aquí las emociones y muchas cosas que la ciencia no explica.
Entre los fenómenos que la ciencia no ha explicado aún y que le causa curiosidad a nuestro invitado, como tema de investigación, es el fenómeno de la sincronicidad como “la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal”. Las sincronicidades para la ciencia son casualidades o coincidencias, pero para don Igor que en este respecto ha estudiado a Carl Jung, se interesa por conocer este fenómeno real y significativo, que ocurre frecuentemente en la vida, conocer la relación entre estos fenómenos acausales sincronizados.
En relación con esto último, nuestro invitado explica que la Física Cuántica es una rama de la Física que estudia lo que pasa en el interior de los constituyentes de la materia, a nivel de protón y neutrón, estos procesos ocurren a escalas ínfimas. De aquí entonces que don Igor cite a “El Pincipito”: “lo esencial es invisible a los ojos, se ve bien sólo con el corazón”.
La belleza, la felicidad, el sentido de la vida
La espiritualidad para nuestro invitado se relaciona con apreciar la belleza y con el conectarse con el mundo a través de la belleza presente en el orden de la naturaleza. Descubrir la manera matemática de la belleza fue mágico, señala.
En este contexto nuestro invitado se refirió a la existencia de conciencia después de la muerte física, ante lo cual señaló que en lo personal cree que no existe nada después de la muerte, el morir es la única certeza que posee el ser humano. Esto le confiere un sentido de vida, un sentido de comportamiento, en tanto lo motiva a ser amable con los demás, buscando la forma de hacer algo bueno por los demás, para que la vida de ellos sea grata, dado que en cualquier momento puede no volver a ver más a la persona.
La felicidad para don Igor tiene que ver con las cosas chicas de cada día, éstas todos los días hacen la vida vivible, conversar con su señora, hasta conversar con su perro, con las flores y antes con sus alumnos, le generan esa paz interna. La felicidad en la belleza, armonía, la música, la buena tertulia, pues para él la simplicidad es requisito para la belleza.
La medicina es un arte
Igor Saavedra ha sufrido hace más de 20 años de una enfermedad autoinmune, que le significó en un comienzo alejarse del ambiente universitario y de la docencia y paulatinamente cambiar sus hábitos y adaptar su forma de vida.
Por esto último, nuestro invitado aborda el tema de la Medicina como un arte en donde los médicos requieren una mirada amplia para tratar al paciente. Luego de su diagnóstico y de un pronóstico de vida de tres años, don Igor se acercó a los mejores especialistas en inmunología y se preparó para los efectos que su enfermedad le produciría en su cuerpo y salud. En el momento en que llegó a consumir una gran cantidad de fármacos decidió conocer y probar con la medicina oriental, llegó a aprender la técnica del Biofeedback y a tratase con Acupuntura, de esta forma logró dominar el dolor sin recurrir a los medicamentos, pero señala ha complementado ambas medicinas sin dejar completamente ninguna. En este aspecto señala que no se pueden sumar la filosofía oriental y la occidental, porque plantean supuestos contrarios, pero sí se pueden sumar sus tecnologías y tomar los beneficios de ambas.
Sobre la Educación actual
Nuestro invitado ha cuestionado la compatibilidad académica y el sistema neoliberal, pues refiere que en este sistema las personas trabajan por el dinero y no por la belleza de lo que hacen, cuestión que le parece inmoral. En tal sentido invita a los jóvenes a leer, abrirse al mundo, buscar otros valores, los estimula a convencerse que tener dinero no puede ser lo más importante de la vida de una persona, pues hay muchas cosas más importantes.
Mensaje de Igor Saavedra a la comunidad de positivos:
“Traten de ser “ex”, porque ayuda a vivir bien”
Igor Saavedra es una persona que motiva a estudiar, a pensar, a descubrir, con el solo hecho de escucharlo. Hace mucho tiempo que no lo veo en la tv. Me gustaría que lo invitaran al programa Un Belleza Nueva
ResponderEliminarAlfredo Muñoz Ramírez
Entrevisté a Igor Saavedra en 1965, para la revista Ercilla, cuando él recién regresaba de Manchester y venía con la cabeza llena de proyectos e ideales. Conversamos largo tiempo. Conocí a su padre cuando yo tenía apenas 10 años. XX.Saavedra era un poeta (no recuerdo su nombre), que me impresionó por ser el primer poeta que conocí en mi vida. Ambos hombres extraordinarios por su sensibilidad. ¿Me podrías recordar el nombre de su padre? Email: jplo.press@ya.com
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