lunes, 21 de septiembre de 2015

"¿Cuál es el rol de los niños índigo, cristal y arcoiris en esta vida?", junto a Matías De Stefano

Este miércoles 16 de septiembre estuvimos junto a Matías De Stefano, hablando sobre la "¿Cuál es el rol de los niños índigo, cristal y arcoiris en esta vida?". Esta fue la primera de una entrevista de dos partes.

Matías Di Stefano es un joven argentino nacido en el año 1987, quien podría ser descrito como un niño Índigo. Su labor es la de ayudar a entender a las personas los procesos generales del universo, y de nosotros como Humanidad. Se define como un “Psicopedagogo de la Existencia”, ayudando a quienes lo necesiten a ordenar sus ideas sobre la Totalidad, preparándonos para los nuevos tiempos que llegan. Ha escrito los libros “Vivir en la Tierra” y “Vivir en el Universo”.

Mensaje Matías De Stefano

Tenemos como objetivo, con nuestra fundación, es poder plasmar en nuestro sistema social y humano, todo sistema universal, y que nos proyecta a nosotros, tratar de imitarlo a través de lo biológico y astrológico y poder crear una sociedad acorde a ese sistema. Queremos unir proyectos que puedan ayudar a crear una sociedad más biológica y evolutiva, desde el espíritu.

El sistema educativo cree que educar es enseñar cosas, y para mi educar es dar el espacio para que cada uno pueda crear sus cosas. Psicopedagogía es aprender a aprender a través de la educación. Pero antes de cualquier tipo de educación, debemos aprender quiénes somos y por qué estamos acá.

Nosotros creemos que estamos en tercera dimensión porque todavía tenemos la conciencia de que el sol sale y el sol se pone. Estamos en una estructura, o en patrones de creencias, que nos hacen pensar que donde estamos parados es nuestra única realidad. La cuarta dimensión es cuando estás consciente de que ese fenómeno ocurre porque la Tierra gira.

Frecuencia, energía, materia. El espíritu es la frecuencia, que son las ondas frecuenciales que lo conectan todo. El alma es la energía, lo que surge en diferentes niveles frecuenciales a través del espíritu, según la vibración que se va generando. Esto lo llamamos luz, o chacras, tiene que ver con la fragmentación energética de esa frecuencia. Y el cuerpo es la composición geométrica que surge a partir de la reflexión de la luz.

Cuando tu espíritu decide experimentar algo, genera una onda de frecuencia, que atraviesa planetas, galaxias y estrellas, y llega hasta un mundo, generando una energía. Esa energía, por resonancia a esa frecuencia, es un alma. Esa alma se carga de un bagaje de historia, de vida, de propósito, de experiencias y misiones, que son acumuladas debido a todo el camino que realizó esa frecuencia.  A eso le llamamos personalidad.

El color índigo es cuando estoy trascendiendo, unificando todos los sistemas anteriores, para poder llevarlo a un nivel superior de conciencia. Desde el año 85 en adelante, empezó la tierra a vibrar en índigo y mucha gente de cualquier edad, empezó a vibrar en índigo, cambiando su concepto de ver la realidad. Las dos guerras mundiales fueron como un catalizador para que se generar cierta frecuencia de conciencia. Las primeras almas que nacen a partir del año 90 entraron a destruir sistemas. Sutilmente a romper puertas, ventanas, a dar vuelta todo el sistema, con el objetivo de agilizarnos a los otros a que sea mucho más fácil cambiarlo todo.


No sabríamos lo que es encontrar la paz, si no viviésemos la guerra.

jueves, 10 de septiembre de 2015

"Arriesgarse a vivir", junto a Marcela Lechuga

Este miércoles 9 de septiembre estuvimos junto a Marcela Lechuga, hablando sobre la "Arriesgarse a vivir", su nuevo libro y de cómo encontrar la salida cuando estamos en una noche oscura.

Marcela Lechuga es Psicóloga Clínica, con un postgrado en Hipnosis Ericksoniana. Tiene más de veinte años de experiencia psicoterapéutica, se ha inclinado por la búsqueda de la esencia de lo humano y se ha ocupado de aspectos tan críticos como el alivio del dolor, el bien morir, el miedo a envejecer y el apoyo a pacientes, familiares y equipos de salud. Es Directora de su Consultora Empresarial Acquaris y vivió el éxito de su anterior libro “Así es la vida”, best seller en Chile y en otros países de Latinoamérica. Hoy lanza su nuevo libro “Arriesgarse a vivir”, del que hablaremos en extenso (www.marcelalechuga.cl)

Mensaje Marcela

Ya pasamos la etapa de la transformación. Ahora es el momento de la experiencia común. Salimos del paradigma, y pasamos a la experiencia y a ser vulnerables frente a otro. Ese es lo que necesitamos, la sensibilidad con el otro. En esa máxima vulnerabilidad es cuando más se ve la belleza del acto humano, que puede ser una caricia, un gesto pequeño.

Hay momentos en que no vemos salida, por más que encontremos empatía, vemos sólo una sombra. Todos pasamos y vamos a pasar noches oscuras, ocurre cada vez que estamos en una transformación, pasamos por una muerte simbólica.

Arriesgarse a vivir es encontrar salidas inadvertidas, que no advertíamos antes a esa realidad que duele. Hay cosas que son inevitables, por ejemplo el dolor, que incluye dimensiones físicas, emocionales, y cognitivas, de pensar que este dolor no se me va a quitar nunca. Estas tres dimensiones, indican qué tan intenso es el dolor en una persona o en otra. Esta realidad que duele puede llevarnos a anestesiarnos frente al dolor, y eso es lo que no queremos. No hay que temerle al dolor, sino que hay que fortalecerlo para poder trascenderlo. Arriesgarse a vivir es una invitación a vacunarnos contra la desesperanza.

Hoy tenemos la oportunidad de transformarnos en adultos, conscientes. Estamos pasando de ser una sociedad adolescente, que todo lo quiere para sí mismo, que cree que puede hacer todo solo, a ser unos adultos conscientes, que pedimos ayuda y somos empáticos con el otro.

jueves, 3 de septiembre de 2015

"La inteligencia del corazón y la terapia transpersonal", junto a José María Doria

Este miércoles 2 de septiembre estuvimos junto a José María Doria, hablando sobre la "La inteligencia del corazón y la terapia transpersonal", y cómo la meditación y la atención plena ayudan a lograr un autoconocimiento.

José María Doria es escritor, licenciado en Derecho, Máster en Alta Dirección de Empresas y en Psicología Evolutiva.  Presidente-Fundador de la Escuela de Desarrollo Transpersonal y de la Fundación para la Educación Transpersonal. Es autor de más de 11 libros, entre los que destaca el título “Inteligencia del Alma”. Hoy en día, centra su actividad en la divulgación del paradigma transpersonal en foros internacionales.

Mensaje José María Doria

Cada crisis tanto de nuestra vida, como en la vida de nuestra comunidad, es una manera de morir el pasado, de transformarse. Y desde ahí,se abren grietas desde donde se filtra una nueva luz.

Se habla mucho de la comprensión versus dolor. Comprender es un acontecimiento cósmico, sin embargo, cuando hay una comprensión, la veo como un encajar piezas. Cuando eso pasa, uno sabe, tiene certeza, y a partir de ahí hay transformación en el ser humano.

La meditación es un elemento clave, es una medicina de por vida. La conciencia necesita de un nutriente, y ese nutriente es la meditación o atención plena.

Para partir, una de las claves básicas de la meditación es sentarse cómodamente en donde estés, siéntate con la espalda lo más derecha que puedas, encuentra tu postura de confort, entorna tus ojos y comienza a devenir consciente de tu proceso respiratorio.

Es decir, respira conscientemente. Inhalas por la nariz, exhalas, inhalas y exhalas, y te das cuenta, porque sientes a tus pulmones llenarse y vaciarse, y estás consciente del proceso respiratorio, empiezas a enfocar tu mirada y tu energía en el cuerpo, sentir la presencia en el cuerpo. Sentir como se ablanda tu vientre, cómo se flexibiliza, y cómo al inhalar tu vientre se dilata, y cómo al exhalar tu vientre se contrae. Te propongo que cuentes 10 exhalaciones.

El corazón no tiene que ver con el sentimentalismo tradicional. Es el asiento de algo intuitivo. En definitiva el corazón es un cerebro, tiene más que ver con sintonías y coherencias con otros cuerpos.
Es un reto neurológico, se abre cuando estamos arraigados en la dimensión práctica de la tierra, inspirados elevadamente en la dimensión de nuestra corona. Así, se abre el sendero medio que es nuestro corazón.

La espiritualidad no se convertirá en fanática, sino que trascenderá el plano de las creencias que son relativas, y a partir de ahí el camino del corazón, nos lleva al nivel máximo que es la compasión amorosa o deseo de felicidad  hacia todos los otros seres.