"Las experiencias límites como oportunidad de aprendizaje y crecimiento humano" con Claudio Ibáñez

El día miércoles 24 de noviembre conversamos sobre “Las experiencias límites como oportunidad de aprendizaje y crecimiento humano” junto a Claudio Ibáñez.

Claudio Ibáñez es Psicólogo Organizacional y Clínico titulado de la Universidad de Chile. Ha ejercido como docente en diversas universidades en cátedras como Psicología Social, Comportamiento y Cambio Organizacional y en Inteligencia Emocional. Columnista, consultor y relator de talleres destinados al desarrollo de habilidades de auto-manejo emocional para el funcionamiento óptimo. Actualmente ejerce como Socio Principal y Director Ejecutivo de Enhancing People S.A., Instituto Chileno de Inteligencia Emocional www.enhancingpeople.com. Autor del libro “Los 33 de Atacama y su rescate”.

La experiencia de nuestro invitado como asesor del grupo de psicólogos que participó en el rescate de los mineros de Atacama, lo motivó a escribir el libro “Los 33 de Atacama y su rescate”, el que da cuenta de las lecciones que este proceso arrojó.

Entre estas lecciones una de las principales reflexiones es que los seres humanos, debido a nuestra evolución y la sobrevivencia de la especie, contamos con las fortalezas y habilidades necesarias para enfrentar situaciones adversas.

Habitualmente estamos acostumbrados a desesperanzarnos por eventos cotidianos de menor intensidad que las experiencias límites, lo que respondería a patrones de pensamiento automático que producen un ruido mental permanente. Ante esto se hace necesario despertar, es decir, darse cuenta y desarrollar habilidades de la inteligencia emocional.

La Psicología Positiva plantea que para lograr un funcionamiento óptimo en las personas es central valorar y potenciar al máximo los talentos y virtudes de cada individuo. A diferencia de la Psicología de enfoque tradicional, se centra en el aspecto luminoso y no en los defectos, problemas o traumas. Esto último tendería a crear etiquetas que poco contribuyen a la felicidad o a elevar el funcionamiento de la persona.

El asumir las experiencias doloras o los eventos adversos desde la perspectiva de la Psicología Positiva, tiene relación con la cualidad del ser humano que siendo víctima de la experiencia límite tiene la capacidad de salir adelante con fuerza y sin abatirse.

Esta cualidad resiliente se activa en los seres humanos comunes y corrientes que viviendo experiencias extremas, se aferran a lo que ha quedado intacto después de la adversidad, valorando y agradeciendo lo que se tiene y no lo que se ha perdido.

La felicidad en este contexto se produce cuando la persona cuantifica que las emociones positivas son más frecuentes que las emociones negativas en su día a día. Cuando las personas activan sus emociones positivas se eleva la empatía y la colaboración en los vínculos interpersonales, las que se constituyen en los lubricantes emocionales de las relaciones interpersonales.

Algunas de las actividades que fomentan la felicidad son: no sentirse víctima, conservar el sentido del humor, ser feliz en el presente, cultivar el optimismo, expresar gratitud, evitar la rumiación de problemas, evitar la comparación social, ser generoso, perdonar, comprometerse con metas y desafíos, practicar la espiritualidad.

Mensaje de Claudio Ibáñez a la comunidad de positivos:

“Las personas tenemos que ocuparnos decididamente para incrementar nuestras emociones positivas, no para sentirnos mejor sino porque las emociones positivas son la causa de nuestro buen funcionamiento. Si no incrementamos nuestras emociones positivas, siempre vamos a andar dando bote por la vida. Así que es una tarea clave, tan clave como la más clave que tengamos a través de nuestra vida”